
Nadal es un fenómeno único en su conjunto dentro y fuera de la pista. Se hallaba en forma ante una ocasión única, y no deja escapar sus opciones si no hay elementos fuera de su control. Aunque para ella tenga que sufrir hasta la última gota de sudor, empujado por un adversario capaz de llevarle a la extenuación.
Batió con un tenis espectacular y contundente a un también brillante y resistente Daniil Medvedev, 23 años y nº 5 del mundo (será cuatro en el próximo ranking), por 7-5, 6-3, 5-7, 4-6 y 6-4 en 4h.49’ para guardar en la memoria como una joya del tenis y el deporte. Una barbaridad de final. Se dejó caer en la pista Nadal, emocionado. Lloró tras vencer y viendo cómo repasaban en el videomarcador todos sus títulos ‘grandes’.
A sus 33 años Rafa Nadal apunta a una carrera y un palmarés eternos. De Roland Garros 2005 al US Open 2019 una exitosa trayectoria que ha tenido un capítulo excelso en Nueva York. El manacorí ha ganado por cuarta vez en Flushing Meadows, donde ya había sido el mejor en 2010, 2013 y 2017, habiendo cedido el último día de 2011.
Es su decimonovena corona de Grand Slam. Si de Roland Garros se marchó más cerca que nunca de las veinte récord de Roger Federer (38 años y a cero desde Australia 2017), encarará la próxima temporada a sólo una del suizo y alejándose del siempre peligroso Novak Djokovic (16).