lucbfeño escribió:[...] para que el empresario se llene más los bolsillos, [...]
Ojalá fuese el empresario quien se llena los bolsillos, amigo Rubén, ojalá fuese el empresario... El empresario medio, y con esto me refiero al empresario decente (más o menos) que intenta llevar su negocio como mejor puede, solo es un eslabón más de la siniestra cadena de transmisión que extrae riqueza sin descanso desde las capas más bajas de la pirámide económica y la transporta hacia la cima. Donde realmente va a parar el dinero es a personas y corporaciones que únicamente mueven cifras en la pantalla de un ordenador (o de un smartphone) con riesgo cero, sin generar otra riqueza ni trabajo para nadie más que para su propio beneficio obsceno, especulador e insaciable.
El empresario medio por lo general está tan desesperado como el trabajador que acepta un trabajo-basura porque no tiene más remedio que alimentar a su familia, y aplaude con entusiasmo las fórmulas que los sucesivos Gobiernos (al servicio de los verdaderos amos de este sistema caníbal y criminal) aprueban para oprimir cada vez más a la clase obrera. No se dan cuenta de que todo eso no son más que las migajas que se les caen de la mesa a los que realmente se dan el festín; y que muy pronto, cuando ya no resulte útil dárselas, también les serán reclamadas.
Pero el efecto es impecable y la maniobra magistral: el obrero culpa al empresario y el empresario al obrero. No es más que una hábil maniobra de prestidigitación social para distraer la atención. Mientras nos peleemos entre nosotros no miraremos al lugar hacia donde realmente fluye todo lo que nos roban. O mucho cambia la cosa, o en poco tiempo estaremos en niveles pre-revolución industrial, antes incluso de la aparición de los movimientos sindicalistas.
Saludos.
--Orestes
EDITO: sustituyo "pre-revolución social" por "pre-revolución industrial"... Pequeño lapsus... Vale.
Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto radica la Paz de Dios.